En principio se pensó en Amado Alonso como único encuestador para el Atlas Lingüístico de la Península Ibérica, pero luego las circunstancias aconsejaron recurrir a varios encuestadores entrenados por Navarro Tomás en la metodología del trabajo de campo. Desde el primer momento se descartó la encuesta por correspondencia y se insistió en la necesidad de hacer encuestas in situ, y en transcripción fonética.
La investigación del ALPI se realizaría directa y personalmente por encuestadores especialmente preparados para efectuar la tarea con estricta uniformidad metódica. Se formarían tres equipos, uno por cada una de las tres zonas lingüísticas peninsulares: castellana, gallego-portuguesa y catalano-valenciana. Cada equipo estaría formado por dos jóvenes nativos de la zona.
(Navarro Tomás 1975: 10)
El primer equipo de encuestadores estuvo compuesto por Aurelio M. Espinosa hijo, Rodrigo de Sá Nogueira, Lorenzo Rodríguez-Castellano, Manuel Sanchis Guarner, Aníbal Otero, Francisco de B. Moll y Armando Nobre de Gusmão.
En principio se encargaron de la zona castellana Aurelio M. Espinosa, Jr., "de familia nuevo-mejicana de clase universitaria", y Lorenzo Rodríguez-Castellano, asturiano; de la zona catalano-valenciana, Manuel Sanchis Guarner, valenciano, y Francisco de B. Moll, menorquín; y de la zona gallego-portuguesa, Aníbal Otero, gallego, y Rodrigo de Sá Nogueira, portugués, sustituido después por Armando Nobre de Gusmão.
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Cuando en el verano de 1936 se interrumpieron los trabajos, estaban acabadas las encuestas de la zona leonesa, hechas por Espinosa con Rodríguez-Castellano y Espinosa con Otero; y las de la zona castellana, realizadas por Navarro con Espinosa, Espinosa con Rodríguez-Castellano, Espinosa con Otero, y Sanchis Guarner con Rodríguez-Castellano. En aquel momento, las encuestas del catalán, a cargo de Sanchis Guarner y Moll, y las del gallego, casi todas firmadas por Otero con alguna colaboración de Espinosa, estaban muy avanzadas y, en la zona portuguesa, el equipo de Otero y Gusmão había empezado los trabajos.
Según la Introducción del ALPI, en 1947 Sanchis Guarner y Moll acabaron las encuestas de la zona catalana y Rodríguez-Castellano, las de Asturias; y en el verano de 1952 Sanchis Guarner y Moll hicieron las encuestas del Rosellón. Más les costó hacer a Luìs F. Lindley Cintra y a Aníbal Otero, entre 1953 y 1954, las encuestas portuguesas pendientes, que no se terminaron hasta 1956.
Más información sobre los encuestadores en la pestaña Fotografías de los encuestadores
Mapa que refleja quiénes hicieron las encuestas en cada lugar
